Lucas 14: 16-24
Entonces Jesús le dijo: Un
hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a
su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos
a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y
necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco
yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo:
Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas
cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve
pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los
mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como
mandaste, y aún hay lugar. Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por
los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mí casa. Porque os digo
que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
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Vista la Parábola debemos
conocer el contexto en la que se encuentra; Encontramos a Jesús en día de
descanso, sábado, en casa de un gobernante fariseo, invitado con el propósito
de ver si Jesús hace o dice cualquier cosa que pueda ser utilizada en su
contra, es fuertemente observado por todos los fariseos invitados y aun así y sabiéndolo
El, sana a un enfermo, ninguno puede decirle nada pues reconocen que cualquiera
de ellos haría lo mismo por cualquiera de sus animales. Además Jesús había
corregido los modales de los invitados ya que todos pretendían situarse en los
mejores sitios en la mesa, incluso aconsejo al anfitrión sobre como preparar un
evento con tal cantidad de invitados y todos de diferente manera de ser y
comportarse.
Llega el momento en que uno
de los invitados dice a Jesús:
¡Bienaventurado el que coma
pan en el banquete del reino de Dios!
Jesús respondió a esta
expresión con la parábola que hoy nos ocupa en la que el gobernante fariseo
manda a su siervo a visitar a los invitados para comunicarles que todo esta
listo; TODOS PONEN EXCUSAS PARA NO IR!!!
En esa época se avisaba del
evento con antelación, pero el día señalado es cuando se confirma al anfitrión
la asistencia.
Estamos nosotros igual que en
esta parábola, hemos recibido la invitación con antelación por parte de Dios
para entrar en el Reino, aunque no todos la aceptemos.
Dios nos ha invitado a su banquete
y (seguro muchos de nosotros también) siempre ponemos excusas para no acudir a ese
banquete en el que como plato principal tenemos la salvación, lo maravilloso es
que todos estamos invitados pero no todos aceptamos la invitación. Es por
Gracia y misericordia de Dios que podemos acudir al banquete y recibir nuestro
plato principal, nuestra salvación, lamentablemente el negarnos a aceptar la
invitación nos privaría de ello, y es la única manera de recibir ese precioso
plato que solo allí se sirve, no hay otra manera de acudir al banquete que no
sea aceptando la invitación del Padre antes de que llegue el día señalado.
En esta parábola se muestra a
tres de los invitados con sus respectivas excusas para no acudir al banquete:
El primero dijo; "He
comprado una hacienda y necesito ir a verla. Te ruego que me excuses"
El segundo dijo; "He
comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego que me
excuses"
El tercero dijo; "Acabo
de casarme y por tanto no puedo ir"
Si las analizamos vemos que
son excusas tontas:
“he comprado y necesito ir a
ver...”; tu compras sin mirar antes? si lo viste antes de comprar y ya es tuyo ¿tan
urgente es volver a verlo?
"He comprado cinco
yuntas de bueyes y voy a probarlos”; ¿a la hora de la comer?
"Acabo de casarme y por
tanto no puedo ir"; Una invitación de este tipo no excluye a la mujer o
marido……ves con el o ella.
Que excusas ponemos nosotros
para no aceptar la invitación? ¿Estar ocupados como el primer caso en nuestras
terrenales y caducas posesiones? ¿Tener que ocuparnos de negocios o trabajo
como el segundo?
¿Sentimientos terrenales como
el tercero?
Infinidad de excusas podemos
poner para no aceptar la invitación, para no acercarnos al Reino de Dios.
Cuando regresa el siervo y
comunica al anfitrión el rechazo a su invitación le manda a buscar invitados
para el banquete, y así se hace pero sigue quedando sitio sin ocupar por lo que
el anfitrión pide al siervo vuelva a salir para forzarlos a entrar a fin de
ocupar todos los sitios que los invitados habían rechazado:
Porque os digo que ninguno de
aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
Cabe destacar también que
esta parábola estaba dirigida al pueblo judío, al pueblo de Dios, que tantas
veces ha recibido las invitaciones, es el pueblo por El escogido para llenar el
Reino, para asistir al banquete. Lamentablemente, incluso hoy en día, una gran
parte del pueblo escogido le esta rechazando la invitación, es por eso que
nosotros pasamos a formar parte de los invitados, somos los que rellenamos los
sitios que quedan vacíos por no haber aceptado a ir los invitados
originalmente, por decirlo de una manera en concordancia a la parábola somos
los que el siervo tiene que ir a recoger para que sean invitados a la cena, al
Reino; “Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los
pobres, los mancos, los cojos y los ciegos”, y aun así todavía no todos aceptan
la invitación, hay que “forzarlos a entrar”, pasando a ser parte de los
escogidos aunque no los originalmente escogidos, El ya sabia de antemano que muchos no aceptarían la invitación. Ese siervo que salio a recoger
gente para acudir a la cena era el mismo que explicaba la parábola, ese siervo
es Jesús!! Es el que aquí vino mandado por Dios para entregarnos a todos los
pueblos la invitación al Reino, y volvera para recoger a los que se hayan preparado para ese día, a los que realmente hayan aceptado la invitación.
Es lastimoso pero es lo que
sucederá, y muchos avisos tenemos sobre esto en las escrituras, si rechazas a
Dios en tu vida el día del banquete serás rechazado (aún habiendo sido de los
primeros invitados) otros entraran en tu lugar, El desea llenar la estancia, el
Reino, y lo hará estemos o no nosotros ahí.
Dios nos invita cada día de
nuestras vidas, quizás recibes la invitación, la tienes delante y no la
aceptas, varias veces, muchas, en Su infinita bondad nos invita una y otra vez,
desea llenar el Reino, no sirven tontas y carnales excusas para no aceptarla.
Si no aceptas la invitación
El no te aceptará después, ninguno de nosotros quiere ser parte de los
invitados que queden fuera.
Es cruel el mensaje final de
esta parábola, si no aceptas quedas fuera, todos sabemos lo que comporta
aceptar esta invitación, el día del banquete no podemos presentarnos de
cualquier manera, debemos vivir preparándonos para el día del banquete, y esta
preparación no consiste solo en aceptar su invitación si no en cada día vivir
conformes a su voluntad, transformarnos segun sus enseñanzas.
Terminar este estudio con el versículo
que da pie a que nuestro Señor expusiera esta parábola.
"Oyendo esto uno de los
que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: ¡Bienaventurado el que coma pan
en el banquete del reino de Dios!"
1 comentario:
la gran cena, una muy linda y muy dura reprencion de DIOS para el israel, espiritual, asi lo dice pablo,,,,,,, esta parabola es una PROFECIA, que esta apunto de cumplirse,,,,,,,,, los primero que se escusaron fueron aquellos que como dirigente tenian la obligacion de alimentar al pueblo, pero elloa lo rechazaron,,,,,,, esta profecia estaria bueno que la estudiaramos mas de cercas,,, BENDICIONES, varon del DIOS SANTO,,
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