El Señor sabe lo difícil y lo complicado que es olvidar el
pasado, pero gracias a las Escrituras Dios nos da tantos ejemplos de mujeres
con pasados complicados, y no dudo en usarlas de una forma especial y
particular a cada una de ellas. La relación que podemos tener con el Señor es
la que nos puede aliviar el dolor, descansar y renovarnos.
La mujer de hoy no tiene mucho donde poder indagar, no
conocemos su nombre, pero cuando se encuentran en las Escrituras es porque Dios
quiso que sacáramos una lección de ella veamos donde podemos encontrar y situar
a esta mujer 2 Reyes 5 :1-19
Pero me gustaría hacer hincapié en que Dios uso a una
esclava, no le importo que lugar ocupaba en la sociedad, y de la misma forma no
le importa en que lugar te encuentras herman@ en esta sociedad, El simplemente
ve nuestros corazones y conoce de nuestra fe. Dicho esto veamos ahora 2 Reyes 5: 2-3
Y de Siria habían
salido bandas
armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de
Israel a una
muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán.
Ésta dijo a su
señora: Si rogase mi señor al profeta que está
en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
Esta chica fue apartada de su patria cuando fue capturada
por soldados enemigos y hecha esclava y paso a servir en la casa de Naamán, fijémosnos
en que se la aparto de todo aquello que le daba seguridad, confort, de todo
aquello que le era familiar, tuvo que aprender a vivir de otra forma distinta,
adaptarse a la nueva situación, e imagino que no fue fácil, ya que si lo
trasladamos a nuestras vidas, imaginemos lo que supone para muchos cuando
tienen que dejar sus casas, sus países y enfrentarse a una nueva vida, a
personas que no conocemos de nada, no es fácil os lo puedo
asegurar, por lo
tanto imagino que para la muchacha tampoco lo fue.
¿Seriamos capaces en esa situación ayudar a quien nos ha
hecho cautivos? Ella mostró un interés por Naamán, y eso provenía de una vida
de un corazón consagrado a Dios, la relación que tenía con su Padre era total,
sino no hubiera podido acercarse a su señora y hablarle como le hablo, decirle
que existía un profeta que podía sanar a Naamán de la lepra que padecía.
Llegado a este punto, nos deberíamos preguntar que siendo
tan joven ¿Cómo podía tener ese celo por Dios? Y ¿Como estamos educando a nuestros
hijos?
La Palabra no nos dice que hablaron entre ellos, las
preguntas que se hicieron ni las dudas del uno o del otro, pero si nos dice que
Naamán siguió el consejo de su esclava, cosa que podríamos deducir que había
una conexión entre la casa que la tenia cautiva y ella, si leemos el capitulo 5
de 2Reyes leeremos como Eliseo fue visitado por Naamán y este sanara.
Como he comentado al principio pocos datos tenemos, nos
faltan nombres, datos, pero que importancia tendría lo acontecido cuando el
Señor hace mención de este relato.
Lc4:27
Y muchos leprosos
había
en Israel en tiempo
del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos
28 fue limpiado, sino Naamán el sirio.
Hagamos una reflexión, si esta muchacha en lugar de
adaptarse a las circunstancias y confiar en Dios, hubiere guardado
resentimiento, odio, rencor, por haber sido arrancada de todo lo que le era
conocido, de su vida, esta historia nunca hubiere sucedido, podemos entender
que tenía derecho de reclamarle a Dios, de enfadarse con El, por consentir que
pasara por lo que paso, pero no lo hizo, sino que siguió confiando en El, y fue
usada para gloria y honra de los Cielos, acepto la voluntad del Padre, y esa
debe ser nuestra enseñanza en este breve estudio, Dios hace las cosas a su
manera, no las entendemos, no las comprendemos, pero las hace con una precisión
que nos debe hacer confiar plenamente en El, olvidar el pasado porque El ya lo
olvido y entregarnos enteramente a su voluntad, quiero acabar recordando a
Pablo en
Filipenses 3: 13-14
olvidando ciertamente
lo que
queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
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