Normalmente pensamos
que Dios utiliza a las mujeres de gran fe, como María Sara, o Ester.
Pero en las Sagradas Escrituras nos enseñan claramente que Dios
escoge a cualquier persona o a cualquier cosa para usarlas en el
cumplimiento de sus planes divinos. Y la hija del Faraón es un buen
ejemplo de esta verdad.
Antecedentes de
la hija del Faraón.
Ella era una mujer
egipcia que no adoraba al Dios verdadero. Como el resto de su gente,
probablemente ella adoraba a Ra, el dios del sol, y otros muchos
ídolos. Su padre quien gobernaba Egipto, no tenía ningún respeto
ni amor por el Dios hebreo, el Dios de Abraham, Isaac, Jacob.
No sabemos el nombre
de esta mujer , la Biblia no nos lo dice. Simplemente se
refiere a ella como “ la hija del Faraón “, quizás porque ella
era su única hija.
La dramática
situación de los hebreos en Egipto.
El pueblo elegido de
Dios, los israelitas, era esclavo en Egipto. Vivían una vida diaría
con amos muy crueles, pero se estaban multiplicando de un modo tan
rápido que el Faraón se sintió amenazado. El Faraón temía que si
se convertían en una nación demasiado grande, podrían tratar de
derrocarlo, o quizás alistarse con un ejército invasor, y luchar en
su contra. Para prevenir que esto ocurra, convirtió en la ley la
matanza de todos los bebés varones nacidos de mujeres israelitas (Ver Siphra y Phua).
Esta era una ley
terrible que tubo como consecuencia una gran tristeza y aflicción.
Pero entre todo este caos una familia demostró fe y confianza en
Dios cuando nació su bebé. Se negaron a permitir su asesinato. La
Biblia nos cuenta que lo escondieron durante tres meses.
Cómo uso Dios a
la hija del Faraón.
Ex 2: 3-6 nos dice
cómo el Dios Todopoderoso usó a la hija del Faraón para cumplir
con sus propósitos eternos.
Una lección que los
creyentes en Cristo tendemos a olvidar y debemos necesariamente
recordar es que Dios es soberano. Deberíamos vivir con ese
pensamiento en nuestra mente. Dios tiene el control en todo momento.
Él tiene un propósito para cada uno de nosotros. Sal 135: 5-6.
Cuando la hija del
Faraón vio las lágrimas del niño Moisés, tuvo compasión. Al
hacerlo si saberlo estaba siendo usada por Dios. Su cariño, su
amabilidad y su preocupación por el niño contrastan con la crueldad
de su padre.
La princesa egipcia
arriesgó su vida por un niño hebreo a quien el Faraón había
sentenciado a muerte. Demostró tener un carácter fuerte al desafiar
la orden de su padre. En Romanos 1 explica que las leyes de Dios se
hacen evidentes a toda la humanidad, así que ella comprendía que
era cruel e injusto asesinar al inocente niño que había encontrado
en el cañizal.
La providencia
soberana de Dios.
Cuando la princesa
decidió salvar la vida del niño, aceptó la oferta de la hermana
del bebé de buscar a alguien que cuidase al niño, a la princesa le
gusto la idea, y la propia madre de Moisés fue elegida y pagada para
que criara a su hijo para la hija del Faraón. Nuevamente vemos que
Dios esta
controlando la situación. Ex: 2:10
El Nuevo Testamento
confirma que Dios usó a la hija del Faraón para preveerle educación
y entrenamiento a Moisés. Esta preparación demostró ser muy útil
cuando Moisés dirigió la salida de Egipto de su pueblo. Hch.7:
21-22
Moisés es
adoptado por la hija de Faraón.
Estos versículos
indican que la hija del Faraón a Moisés. Lo tomó y cuidó como a
su propio hijo. Le puso su nombre, le dio cuanto pudo en cuanto a
conocimiento, educación y riquezas. Sin duda tambíen le dio mucho
cariño durante los años que él creció a su cuidado.
Debe haber sido un
día muy triste para la princesa cuando Moisés se negó a ser
reconocido como su Hijo. Moisés regresó a su propia gente y fue el
instrumento humano que los redimió de la esclavitud.
La Biblia no nos
dice si la princesa alguna vez volvió a ver a su hijo adoptivo. Pero
hoy podemos alabar al Señor por la contribución de esta mujer en la
preparación de Moisés para el servicio de Dios.
Dios preparó un
Salvador para nosotros.
Del mismo modo que
Dios , en su soberanía hizo los arreglos para que Moisés fuera el
redentor de los israelitas. Él ha provisto a Jesucristo como
Salvador para nosotros. Jesús murió en la cruz por nuestros pecados
y si confiamos en Él, nos perdona y nos libera de la esclavitud
espiritual.
A ti que aún no has
dado ese paso si quieres la dicha y la paz y ser liberad@ de la
esclavitud espiritual, admite que eres pecador@ y cree en Él y
recibe al Señor Jesucristo como tu Salvador personal.
Quizás ya hemos
confiado en Jesús pero todavía continuamos viviendo bajo
circunstancias difíciles tal como les ocurría a los padres de
Moisés. O quizás, como en el relato que hemos visto. Dios ha puesto
en su camino a una persona que le ha ayudado mucho pero que no o cree
e el Dios verdadero. Pídale a Dios que le ayude a testificarle a esa
persona. Es un consuelo saber que nuestro Padre Celestial tiene
absoluto control sobre todo. 1Cro 29: 10-12 lo dice con claridad.
Bendito seas tú,
oh Señor, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el
siglo. Tuya es, oh Señor, la magnificencia y el
poder, la gloria, la victoria y el honor, porque todas las cosas que
están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Señor, es el
reino y tu eres excelso sobre todos. Las riquezas y la
gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo, en tu mano está la
fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a
todos.
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