Salmo de David, cuando huía de delante
de Absalón su hijo.
¡Oh Jehová, cuánto se han
multiplicado mis adversarios! Mu-
2 chos son los que se levantan contra
mí. Muchos son los que
3 dicen de mí: No hay para él
salvación en Dios. Selah Mas
tú, Jehová, eres escudo alrededor de
mí; Mi gloria, y el que
4 levanta mi cabeza. Con mi voz clamé
a Jehová, Y él me res-
pondió desde su monte santo. Selah Yo
me acosté y dormí, 5
Y desperté, porque Jehová me
sustentaba. No temeré a diez 6
millares de gente, Que pusieren sitio
contra mí. Levántate, 7
Jehová; sálvame, Dios mío; Porque tú
heriste a todos mis ene-
migos en la mejilla; Los dientes de los
perversos quebrantaste.
La salvación es de Jehová; Sobre tu
pueblo sea tu bendición. 8
Este
Salmo es utilizado por muchos creyentes, como el Salmo de la
confianza ante el oprobio, como una oración matutina, sea como sea
David estaba en aquellos momentos en dificultades con su hijo
Absalon, teniendo que escapar de él, y ahí el Salmo 3, veamos como
lo podemos aplicar a nuestras vidas.
Lo
vamos a dividir en cuatro puntos:
1-
La necesidad e importancia de confiar.
2-
La base de la confianza del creyente.
3-
El contenido de la confianza del creyente.
4-
La recompensa de la confianza.
1
LA NECESIDAD E IMPORTANCIA DE CONFIAR
¡Oh Jehová, cuánto se han
multiplicado mis adversarios! Mu-
2
chos son los que se levantan contra mí.
En
estos dos primeros versículos del Salmo vemos el lamento del hombre
ante la dificultad del día a día, ante la persecución, la
tribulación, la murmuración al que es sometido, nos encontramos
ante una situación que se hace ya insostenible.
En
efes 6:12 Porque no tenemos lucha
contra
sangre y carne, sino contra principados, contra potes-
tades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
La
Palabra es clara el enemigo es imparable y ejerce
en nuestras mentes una influencia en lo que hay días a los que nos
parece que podemos soportar mas angustia,
a una lucha con un enemigo que aunque no le veamos, lo sentimos y
para ello debemos estar preparados, equipados
para poder hacerle
frente.
2
LA BASE DE LA CONFIANZA DEL CREYENTE.
Que gran importancia
depositar nuestra confianza en lo mas Santo, tiene que ser la
seguridad de recibir la gracia de Dios y lo vemos en el versículo 3
dicen de mí: No hay para él salvación
en Dios. Selah Mas
tú, Jehová, eres escudo alrededor de
mí; Mi gloria, y el que
levanta mi cabeza
Ahí
vemos la certeza, la seguridad, la promesa de que el Señor es
nuestro escudo, ¿ que necesitamos saber mas que Dios es suficiente
para
ampararnos y protegernos? Y no tan solo nos protege sino que su
gloria nos alcanza y nos levanta. Resumiendo este tercer versículo
diríamos pues que la gloria del Padre nos es suficiente, así como
su gloria debe bastarnos, por tanto no necesitamos mas que de su
gracia y de su gloria para levantarnos tras la caída.
Este punto Las Escrituras nos
lo muestra también
en 2º Cor 12: 9
tres veces he rogado al
Señor, que lo quite de mí. Y me ha
dicho: Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de
buena gana me gloriaré más bien en
mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cristo.
La respuesta es concisa :
bástate
con mi gracia.
El Salmo 3 nos incita a
seguir confiando en Dios a pesar de las dificultades,
a pesar de todo aquello que nos desespera
sea enfermedad, trabajo, dinero, familia, nuestro entorno, confianza
en todo momento, ya que el enemigo no nos dará
tregua, seguirá
acechando,
ya que el enemigo no nos dará
tregua, seguirá
acechando
a los hijos de Dios, y no debemos buscar ningún
otro apoyo o ayuda que no sea la de Dios, ¿ cuantos perecieron por
confiar en sus propias fuerzas, o en las del Hombre ? Muchos, por
tanto la confianza siempre debe mirar al Cielo.
3
EL CONTENIDO DE LA CONFIANZA DEL CREYENTE.
Y desperté, porque Jehová me
sustentaba. No temeré a diez
millares de gente, Que
pusieren sitio contra mí.
El conocimiento del poder de
Dios es el contenido de la confianza para todo aquel que cree y si
creemos, creemos en Las Escrituras, y en ellas nos dicen claramente
que el poder de Dios es el evangelio.
Rom 1:16
Porque no me avergüenzo del
evangelio, por-
que es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al
judío primeramente, y
también al griego.
Fijemosnos que el Evangelio
no solo salva, no solo nos lleva a tener una comunicación con Dios,
sino que también
nos guarda porque es pode de Dios.
Ya llegamos al punto pleno
del contenido de la confianza, la declaración
de que todo lo podemos, si existe
la plena confianza con Dios. Si aprendimos que el Evangelio gue la
salvación
y nos llevo a saber y conocer al Padre, a humillarnos ante El,
entonces podremos ver que podemos depositar
nuestra confianza totalmente en Dios, porque sera suficiente para
nuestro camina.
El versículo 5-6 es la
lección práctica de este Salmo.
La recompensa para el
creyente de la confianza depositada en Dios, es la seguridad de que
Dios nos dará
la victoria, cuando realmente todo es entregado, cuando la totalidad
de nuestro
ser es entregado, es porque la confianza es plena y es cuando pedimos
que interceda por nosotros en todas las áreas que envuelven nuestras
vidas.
Jehová; sálvame, Dios mío; Porque tú
heriste a todos mis ene-
migos en la mejilla; Los
dientes de los perversos quebrantaste.
Veamos los verbos “ heriste
“ y “ quebrantaste “ son pasado, el salmista ya ha tenido así
como nosotros experiencias turbulentas en las cuales ya hemos visto
la gracia y el poder de Dios, por tanto si ya en un momento
determinado obtuvimos la victoria ¿ que nos lleva hoy a pensar que
Dios no puede hacerlo otra vez ? ¿ Porque no seguir confiando en
Dios ? La recompensa a la confianza es la victoria..........
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