Mr 7: 24-30
vivía en aquellos
tiempos en Canaan una mujer que por mucho tiempo había venido
sufriendo lo indecible en su casa, pues su hija había sido poseida
por un espíritu Levantándose de allí, se fue a
la región de Tiro y de
Sidón; y entrando en una casa, no quiso
que nadie lo supiese;
pero no pudo esconderse. Porque una
mujer, cuya hija tenía
un espíritu inmundo, luego que oyó de
él, vino y se postró
a sus pies. La mujer era griega, y siro-
fenicia de nación; y
le rogaba que echase fuera de su hija al
demonio. Pero Jesús le
dijo: Deja primero que se sacien los
hijos, porque no está
bien tomar el pan de los hijos y echarlo a
los perrillos.
Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los
perrillos, debajo de la
mesa, comen de las migajas de los hijos.
Entonces le dijo: Por
esta palabra, ve; el demonio ha salido de
tu hija. Y cuando llegó
ella a su casa, halló que el demonio maligno.
había salido, y a la
hija acostada en la cama.
Tenemos que tener en
cuenta que en los tiempos bíblicos muchos de los trastornos físicos,
mentales y espirituales que hoy en día llamamos enfermedades, fueron
atribuidos a la invasión de la personalidad este
género con nada puede salir sino con oración y ayuno Mr.9:29.
por los demonios. Pero
la evidencia bíblica indica que es posible distinguir entre las
enfermedades de origen demoníaco y las de orden físico, Jesús
siempre trataba a las víctimas como enfermos, necesitados de
saneamiento, y que todos los casos de posesión satánica en las
narraciones del N.T las atribuyó a todos estos a causas
sobrenaturales sobre las cuales Él tenía poder y decía
Volviendo a la hija de
la sirofenisa, todos los informes que disponemos de ella, se limitan
a su enfermedad. Estaba mal, atormentada por un espíritu inmundo, y
si su madre había hecho lo que estuvo a su alcance para librar a su
hija de esa dolencia tan fortificante para la familia, resultaron
nulas, pero a pesar de esta situación desesperada, la fenicia vio un
rayo de esperanza, corría la voz de que Jesús de Nazaret había
cruzado la frontera y estaba en la comarca.
Inmediatamente la madre
afligida salió a su encuentro, para implorar su intervención, a
favor de su hija, dice Marcos que al verle clamaba diciendo Hijo
de David, ten misericordia de mí , mi hija está malamente,
atormentada del demonio pero El no dijo nada, hasta los
discípulos le pedían que la despachara pero el Señor respondió
No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel
Aquí nos encontramos
con un caso de urgencia, la causa de la enfermedad era satanás ,
cuyas obras Jesús había venido a destruir, la madre pagana lo
reconoció como el Mesías, de gran poder divino, el único capaz de
salvar a su hija del lazo del maligno. ¿Por qué entonces Jesús no
la hizo caso? ¿ por qué le hizo recordar que no pertenecía a la
casa de Israel? ¿ y por qué , frente a su solicitud que conmovería
el corazón más endurecido, le respondió de forma tan brusca?. La
respuesta es que Jesús quiso poner de manifiesto la profundidad de
su fe y dar a los discípulos que le acompañaban y a los siglos que
tenía que venir una lección inolvidable, Él supo lo que había en
su corazón y quiso revelarlo. Imaginamos que esto a la madre le
costo unos momentos terribles de incertidumbre y de agonía , pero
entendamos que para el Señor la experiencia debió ser igualmente
dolorosa, ya que no acostumbraba tratar así a los que se acercaban
rogando y pidiendo misericordia. Mas sólo en semejante crisol se
pudo cristalizar un Oh mujer, grande es tu fe, se ha hecho contigo como
quieres.
ejemplo tan sublime de fe para contrastarlo con
el formalismo de los escribas y fariseos, y, solamente en estas
circunstancias pudo resalta la fe que Él percibió en el corazón de
esta madre afligida cual estrella brillante en el firmamento del
Evangelio, la probó hasta lo sumo y al final pudo pronunciar su
veredicto:
Para entender lo que
ocurría en la mente del Salvador es importante recodar los
antecedentes inmediatos. Los orgullosos representantes de Israel
manifestaban una abierta hostilidad al ministerio del Señor,
acusándole de trasgredir la Ley, luego de combatir eficazmente la
ruin doctrina de “ los ciegos guías de ciegos “ se dirigió a
las fronteras de Canaán con sus discípulos para darles a éstos una
lección concreta sobre esta tema y enseñarles quienes constituyen
el verdadero Israel de Dios. Al descubrir la fe sublime de la cananea
dice frente a sus discípulos esta mujer esta buena israelita como
cualquiera de vosotros……No soy enviado sino a las ovejas perdidas
de la casa de Israel.. Con todo , sana a su hija.
Con estas palabras
Jesús enseñaba que no bastaba ser hijo de Abraham según la carne
para pertenecer al verdadero Israel, lo que destacaba en este dialogo
con la madre pagana es que ella sí, a pesar de ser extranjera,
reunía la cualidades de una real Hija de Israel.
Paremos un momento en
la manera en que se identifica con su hija, no dice ten
misericordia de mi hija, sino ten misericordia de mi. Ver
sufrir a su hija implicaba sufrir ella misma. El primer obstáculo
que encontró su fe fue el silencio de Jesús, el segundo la
hostilidad de los discípulos ya que no dieron buena acogida a la
mujer y pidieron a Jesús que la despachar, Ahhh cuan diferente
parecía la situación a Jesús, el percibió la gran fe de la
extranjera y la poca fe de la casa de Israel. Recordémos cuando
Pedro andaba sobre las aguas y el Señor le dijo porque dudas.
La primera palabra de
Jesús a la madre pagana fue semejante a un jarro de agua fría,
había solicitado su ayuda y en su respuesta parecía cerrarle la
puerta en su propia cara, que esperanza había para una extranjera,
ninguna, pero la mujer desistió en su cometido: NO, volvió a
presentarla con mayor insistencia aún, le reconoció ya no solamente
como el Hijo de David, sino como el mismo Señor, y tributándolo
culto divino, reiteró su súplica. Si la primera palabra de Jesús
fue como un jarro de agua fría la segunda como un bloque de hielo
no es bien tomas el pan de los hijos y echarlo a los perrillos…
pero ni aún así desistió, su mente alerta y su fe invencible
encontraron una salida si Señor.. mas los perrillos debajo de la
mesa, comen de las migajas de los hijos. Estuvo de acuerdo con
todo lo dicho por Jesús sobre su falta de méritos dad la prioridad
de su misión al pueblo de Israel, no tuvo
inconveniente en tomar el
lugar del perrillo, mas ¿ una migaja ofrendada por el Amo de Casa a
una atribulada madre pagana, acaso empobrecería a los hijos?, y esa
fue la fe que al Señor conmovió. La madre había logrado su
propósito, Jesús le había dado la respuesta que tanto anhelaba,
volvió a casa y encontró que efectivamente había sido como ella
había implorado, el tormento había desaparecido siendo recibida por
su hija que debería tener el rostro feliz y risueño, completamente
libre del poder de satanás, si está bendición significaba una
migaja como debía ser todo el pan.
Conclusión: lo que mas
sobresale de esta narración es el valor de la oración de una fe
perseverante de los padre a favor de sus hijos. La siriofenicia,
consciente de la gran necesidad de su hija supo que solamente la
intervención divina la sanaría, reconoció e Jesús, el Cristo de
Dios, revestido de ilimitado poder y autoridad, y como la Viuda
Importuna ante el juez injusto, estaba decidida a no tomar como
contestación a su plegaría una negativa.
La tardanza de Jesús
en acceder a su petición no se debía a falta de interés, ni de
insuficiencia de poder, tan sol su propósito de poner en manifiesto
ante todo padre o madre de familia hasta el fin de los siglos la
eficacia de la intercesión perseverante.
Que sea de bendición y
edificación.
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