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miércoles, 11 de junio de 2014

LA REINA DE SABÁ, simplemente buscaba sabiduría.


Cuanta gente teniéndolo todo, dinero, fama, y demás , siempre buscan algo mas, y a esta reina le sucedía lo mismo, anhela sabiduría. Sabiendo la sabiduría que el Rey Salomón tenia, se le ocurrió de visitarlo para hacerle preguntas, y así con sus encontrar esa sabiduría que buscaba.



La fama del Rey Salomón se extendió por todos los lugares, hasta los oídos de la reina veamos

1Rey 10.1-3



Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas

difíciles. Y vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con 2

camellos cargados de especias, y oro en gran abundancia, y

piedras preciosas; y cuando vino a Salomón, le expuso todo

lo que en su corazón tenía. Y Salomón le contestó todas sus 3

preguntas, y nada hubo que el rey no le contestase.

Dice la Palabra que la reina de Sabá, vino desde el sur de Jerusalén, a probar con sus preguntas al Rey Salomón, y su visita también era distinta a la de otras naciones que se acercaban al Rey Salomón con el temor de que era una gran nación y querían estar a bien con él, la reina de Sabá buscaba verdades en sus numerosas incertidumbres.

Las Escrituras nos dicen también que todas sus respuestas fueron contestadas, Dios no permitió que la reina se quedara con dudas.


1 Rey 10:6-9



Y dijo al rey: Verdad 6

es lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría; pero 7

yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que

ni aun se me dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien, que

la fama que yo había oído. Bienaventurados tus hombres, di- 8

chosos estos tus siervos, que están continuamente delante de

ti, y oyen tu sabiduría. Jehová tu Dios sea bendito, que se 9

agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová

ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que

hagas derecho y justicia.

En estos versículos podemos ver y entender como la reina reconoció al Dios verdadero, cuando vio todas las riquezas que poseía Salomón, como comían sus criados, la construcción del templo, en todo ello, la reina de Sabá reconoció la bendición de Dios en la vida del rey Salomón, aunque no encontramos mención en las Escrituras de que siguiera a Dios, pero si que reconoció el poder y las bendiciones de Dios. Ella entendió de donde provenía todo, y podemos imaginar que ello fuera motivo para que respetara al Dios de Israel, pero como sucede en muchas ocasiones, a sabiendas de que uno ve lo que Dios ha hecho, no lo acepta como Padre, esta bien reconocer las cosas del Reino, creerlas y respetarlas pero hay que aceptar la salvación que Dios nos ofreció mediante el sacrificio de su Hijo , Cristo resucitado, es decir podemos tener una vida dedicada a los demás, ser como se dice “buena persona” pero si no aceptas al Señor como Redentor, no puedes llegar al Padre.



Las Escrituras nos cuentan que la reina de Sabá y el rey Salomón intercambiaron presentes, y luego ella se marcho a su país. Debemos de suponer que las respuestas a esas preguntas que tanta curiosidad tenía y la hizo viajar le sirvieran para ponerlas en práctica en su vida, en la vida de su reino.



Nada más sabemos de ella, hasta casi 900 años mas tarde, cuando Jesús en su ministerio la pone por encima de los líderes religiosos judíos, que no aceptaban que El fuese el Mesías.


Mt 12.42



La reina del Sur se levantará en el juicio 42

con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los

fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí

más que Salomón en este lugar.

Jesús pone a la reina de Sabá por encima de ellos, ya que ella viajo para escuchar a Salomón, y
ahora Jesucristo, Dios encarnado, estaba frente a ellos y siendo más grande que Salomón rehusaron a escucharle.

La diferencia notable es que la reina busco la sabiduría de Dios y el Hijo de Dios la pone de ejemplo para aquellos que no querían escuchar ni reconocer la verdad, ni la sabiduría divina,



La enseñanza que podemos encontrar en esta mujer, sería la de una persona sedienta de querer saber, y fue a la fuente que conocía y obtuvo las respuestas que buscaba, no sabemos que hizo con todas esas respuestas tan solo podemos suponer, como antes hemos dicho, pero si podemos decir que supo reconocer la verdad en cuando la encontró.



Debemos buscar la verdad, preguntar aquello que queremos saber, debemos ir a la fuente, pero no a la de Salomón, que si , que esta bien, pero aunque le fue dada sabiduría por Dios, no dejaba de ser un hombre, tenemos que ir a la única fuente que tiene todas las respuestas a Dios, pero no simplemente reconocerle sino aceptar a Cristo como nuestro salvador, y es necesario que tengamos esa sed de verdad, de querer saber, porque cuando no hay hambre, uno no come, y muere………………………..
Mt 5.6

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados

                                                                                                  





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