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lunes, 9 de junio de 2014

PONCIO PILATO.

Poncio Pilato (en latín Pontius Pilatus), el cual mayormente conocemos como Pilatos.
Sucesor de Valerio Grato como quinto prefecto de la provincia, entonces romana, de Judea entre los años 26 al 36 dC.
Tuvo un importante papel en el final del ministerio terrenal de Jesús de Nazareth, que en definitiva es lo que a nosotros nos interesa.
Históricamente hablando, como apunte, podríamos dar cita a Justino Martir, que aunque venerado por la fe católica, fue de los primeros apologistas Cristianos, en uno de sus escritos dijo en referencia a los sucesos acontecidos que nos ocupan; “Por las Actas de Poncio Pilato puedes determinar que estas cosas sucedieron”.
Quizás hoy en día los gentiles que encontremos no quieran oír hablar de nada relativo a nuestro su Salvador (si quisieran aceptarlo), en estas actas como en otras muchos escritos comprobados históricamente no se pueden negar las evidencias sobre la persona de Jesús de Nazareth.
Bíblicamente nada se sabe de Pilato después de la muerte terrenal de nuestro Señor; su aparición Bíblica en el juicio y posterior sentencia de Jesús de Nazareth es lo único que nos interesa.
Vimos en el estudio de Caifás como, después de reunirse el sanedrín, se lleva a Jesús de Nazareth ante la presencia de Pilatos.
Pilato no juzgaría a Jesús por ninguna causa religiosa, fue a razón de las maquinaciones de los sacerdotes judíos, que fueron las que convirtieron esa causa religiosa en política, queda bien explicado en el Evangelio de Lucas:

Juan 18: 29-30
Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre? Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado.

Lucas 23: 2
Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohibe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey.

En estos versículos Poncio Pilato interroga a los que ante el traen a un maniatado y golpeado Jesús de Nazareth; sobre el por que no es juzgado por ellos mismos según sus leyes; ante la respuesta de que según las leyes ellos no pueden dar muerte a nadie, y ya habiendo cambiado la cusa religiosa por la política:

Juan 18: 33
Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?

Podemos decir que Pilato no veía ningún motivo para juzgar a Jesús; era incomprensible que el pueblo judío quisiera matar al Mesías esperado, es por eso que le interroga con la quizás esperanza de poder salvarle la vida, Pilato no comprendía que El Hombre que tenía delante mereciese terminar en la cruz, aun así no era amigo del pueblo judío y en esta pregunta formulada podemos notar unas maneras cínicas y de desprecio hacia la persona de Jesús.
Pilato no comprendía que el reino de de Jesús no era terrenal, de echo ninguno de los que fuera esperaban, los sacerdotes del sanedrín, lo entendían.

Juan 18: 36
Respondió Jesús: Mi  reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

Quizás fueran estas palabras las que en Pilato causarían un cierto temor a una revuelta popular, quizás fuera la actitud de los sacerdotes que lo trajeron, los cuales solo querían su muerte por llamarse El mismo Hijo de Dios. Que poco podían imaginar que ese Reino estaba en el corazón de todos los que le reconocemos como único Salvador.

Juan 18: 37
Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.

Sabemos Bíblicamente que Pilato intentó el evitar juzgar a Jesús; Lucas 23: 5-12 (intentando fuera Herodes quien le juzgase), en Lucas 23: 16(proponiendo un castigo menor).
Lo que podemos asegurar es que Pilato no veía mal alguno en El Hombre que tenía delante, llegó hasta casi suplicarle que dijera algo que le salvase de la muerte que pedían los sacerdotes, los líderes del pueblo escogido por Dios.
Podemos afirmar Bíblicamente que Pilato estaba convencido de que Jesús no era de ninguna manera culpable de nada que le tuviese que llevar a la cruz. Podemos tambien asegurar de que intento salvarle; en Lucas 23: 4 “Ningún delito hallo en este hombre" , en Lucas 23: 14-15 “no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis" e incluso que fue presionado por su mujer para que nada tuviera que ver con tan cruel acto:

Mateo 27: 19
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.

Efectuó todavía Pilato un último intento de salvar a Jesús aprovechando que durante la Pascua judía se liberaba a un reo a petición del pueblo como gesto de buena voluntad de parte del opresor romano hacia el pueblo judío (Lucas 23: 17:25), se liberó a Barrabas por petición unánime del pueblo allí presente..
Pilato estaba acostumbrado a dictar sentencias con resultado de muerte; seguro nunca había encontrado a nadie tan sumiso a su sentencia, cualquiera hubiese suplicado por su vida, El Hijo de Dios no, para eso había nacido de mujer, para este desenlace se preparó durante toda su vida terrenal.
Quizás por lo que más se nombra a Pilato es por el gesto que realizó a vista de todos proclamando públicamente su disconformidad con la sentencia de muerte.
Tan solo le quedó desmarcarse de tanta locura que estaba presenciando

Mateo 27: 24
Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.

 



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