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miércoles, 30 de abril de 2014

GOLIAT.



Dos ejércitos, uno frente a otro. Una colina ocupada por Israel, por el pueblo de Dios, al frente de ellos el rey Saul.
Un valle entre ejércitos, y en la otra colina un poderoso enemigo; los filisteos.
La situación de los dos ejércitos la encontramos en I Samuel 17: 1-3
Los filisteos contaban con un poderoso guerrero; Goliat.

I Samuel 17: 4
Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo.

En los versículos del 4 al 7 se nos describe como era físicamente este poderoso guerrero y cual era su indumentaria y armas con las que contaba.
Podemos asegurar Bíblicamente que su altura era unos pocos centímetros por debajo de los 3 metros (1 codo= 0,45 m y 1 palmo= 22,5centimetros).

I Samuel 17: 5
Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce.

La cabeza protegida por un casco de bronce, y el cuerpo protegido por una cota de malla la cual pesaría unos  57 kilogramos  (1 siclo= 11,4 gramos).
Las piernas recubiertas desde la rodilla hasta la base de los pies por grebas de bronce.
Como armas contaba con una jabalina, una espada y una enorme lanza, adecuada esta a su tamaño y fuerza que debería pesar unos 7 kilogramos. Podríamos suponer que tanto la espada como la jabalina también deberían de ser enormes.
Imagínate semejante guerrero adelantándose a las tropas filisteas, precedido de su escudero.

I Samuel 8: 10
Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis. Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo.

Se jactaba Goliat de haber desafiado al pueblo de Dios; un solo hombre, el paladín del ejercito filisteo; Goliat, su mejor y mas grande guerrero provocando al Pueblo de Dios!
Podríamos decir que por sus características físicas estaba convencido de que, entre el asustado ejercito de Israel, no se podría encontrar hombre alguno que le venciera en combate singular.
Todos sabéis que fue David quien se presento a tan singular combate, y tan solo armado con una honda y cinco piedras lisas recogidas del arroyo. Pero todo esto lo veremos cuando hagamos la parte correspondiente en el estudio de David.
El bravucón de Goliat desafía a Israel, consiguió su propósito; aterrorizar al pueblo de Dios.
Debería de pensar Goliat que ninguno de los soldados de Israel se atrevería a enfrentarse a el; tenía a su favor su gran envergadura, su brutal fortaleza, su experiencia en innumerables batallas, todo el infundía temor y un gran respeto.
Israel se encontró un enorme obstáculo imposible, aparentemente, de salvar.
Goliat era un enorme desafío para el pueblo de Dios; cuantos Goliat encontramos hoy en día cualquiera de nosotros, enormes obstáculos que nos impiden avanzar en nuestro camino, vicios, malas influencias, problemas que parecen no tener solución. Cada uno de nosotros debemos casi a diario de enfrentarnos a nuestro Goliat.
Imagina la reacción de Goliat al ver a un pequeño David, sin armadura, físicamente muy inferior a el.
Poco sabia Goliat que ese diminuto hijo de Dios que se acercaba a el sin vacilar para hacerle frente tenia una poderosa arma.
Fue derribado desde lejos por una piedra de río lanzada con la onda que llevaba David. Un gran impacto a la altura de sus ojos, concretamente entre ellos, impactó en un punto vital haciéndole caer desvanecido.
Ese diminuto soldado que le derribó tan solo tuvo que recoger la espada de Goliat y decapitarle con ella. Su cabeza fue presentada al rey Saul, ya no existia ningun Goliat, tan solo su recuerdo.
El enorme Goliat fue derribado con un certero lanzamiento y muerto con su propia y temible arma. El enorme gigante, el gran problema, el inmenso obstáculo fue vencido.
David, su pequeño adversario, como dije antes, utilizó una gran arma para vencerle y no fue realmente una onda:
Fue su enorme confianza en Dios, fue la Gracia de Dios, fue el amor y ayuda de Dios para con su hijo.
El enorme e insalvable obstáculo que tenia paralizado a Israel habia caido tan solo por le Fe de un hombre, David, que tenía una ciega Fe en Dios, ya veremos en estudio de David que tenía igual o mas defectos que cualquier Cristiano de hoy.
Al igual que David venció a Goliat se puede vencer a cualquier Goliat que nos obstaculice el seguir nuestro camino, utilizando las armas de que El nos proporciona; tan solo tener Fe para enfrentarnos y vencer a nuestros Goliat. Nuestras armas son mucho mas efectivas que las de cualquier enorme Goliat. Nuestra Fe derriba obstáculos, los vence.
El Padre sabe de nuestros Goliat y no nos dejara a merced de ellos.

I Samuel 21: 9  
Y el sacerdote respondió: La espada de Goliat el filisteo, al que tú venciste en el valle de Ela, está aquí envuelta en un velo detrás del efod; si quieres tomarla, tómala; porque aquí no hay otra sino ésa. Y dijo David: Ninguna como ella;  dámela.

 




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