SALMO 7

Sigaión de David, que cantó a Jehová acerca de las palabras de Cus de Benjamín.

Jehová Dios mío, en ti he confiado; Sálvame de todos los que

me persiguen, y líbrame, No sea que desgarren mi alma cual 2

león, Y me destrocen sin que haya quien me libre. Jehová 3

Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad;

Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (Antes he 4

libertado al que sin causa era mi enemigo), Persiga el enemi- 5

go mi alma, y alcáncela; Huelle en tierra mi vida, Y mi honra

ponga en el polvo. Selah Levántate, oh Jehová, en tu ira; Ál- 6

zate en contra de la furia de mis angustiadores, Y despierta

en favor mío el juicio que mandaste. Te rodeará congregación 7

8 de pueblos, Y sobre ella vuélvete a sentar en alto. Jehová

juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi jus-

9 ticia, Y conforme a mi integridad. Fenezca ahora la maldad

de los inicuos, mas establece tú al justo; Porque el Dios justo

10 prueba la mente y el corazón. Mi escudo está en Dios, Que

11 salva a los rectos de corazón. Dios es juez justo, Y Dios está

12 airado contra el impío todos los días. Si no se arrepiente, él

afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha prepara-

13 do. Asimismo ha preparado armas de muerte, Y ha labrado

14 saetas ardientes. He aquí, el impío concibió maldad, Se preñó

15 de iniquidad, Y dio a luz engaño. Pozo ha cavado, y lo ha

16 ahondado; Y en el hoyo que hizo caerá. Su iniquidad volverá

sobre su cabeza, Y su agravio caerá sobre su propia coronilla.

17 Alabaré a Jehová conforme a su justicia, Y cantaré al nombre

de Jehová el Altísimo.

Este Salmo 7 se podría llamar y algunos le llaman Reflexiones sobre la justicia de Dios. Vamos a intentar esclarecer un poco sin extendernos demasiado para así poder ver como esta definida la justicia de Dios, demostrada y experimentada.

1¿ COMO ENCONTRAMOS EXPRESADA LA JUSTICIA DE DIOS.

Jehová Dios mío, en ti he confiado

Tanto para David como para el creyente es la base principal de la confianza, le esta dando un nombre a Dios, no a un dios que es inalcanzable que no se puede sentir su grandeza, sino que le esta dando nombre a Dios, al Padre, porque la relación es personal y son muchas las veces que hemos visto al igual que vio David como Dios se ha glorificado en diversas etapas de la vida, no esta hablando de cualquiera, por ello puede y podemos ponerle un nombre.

Esa confianza la vemos también puesta en el mismo versículo  Sálvame de todos los que

me persiguen, y líbrame, vemos claramente que David no piensa salvarse por el mismo, al igual que

nosotros, no es el decir de esta me escapo yo solo, sino el esperar en el Señor, dando así la honra al Padre, espero y no actuó, se que puedo esperar en El, porque Dios me ha prometido que me librará, cuando conseguimos aplicar esto a nuestras vidas , las circunstancias por las cuales atravesamos toman otro matiz.

No sea que desgarren mi alma cual  león, Y me destrocen sin que haya quien me libre.

En el versículo 2 tenemos que darnos cuenta que la confianza en el Señor viene dada también por la confianza que se establece en el temor de Dios, es decir dejamos toda nuestra confianza en Dios, a sabiendas que El obrara en nuestras vidas, y aunque el miedo al igual que David sea palpable, expresamos nuestro miedo al Señor, pero con la convicción de que El actuara en justicia para beneficio en nuestras vidas.

2 DEMOSTRACION DE LA JUSTICA DE DIOS.

Jehová

Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad;

Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo), Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; Huelle en tierra mi vida, Y mi honra ponga en el polvo

.

Veamos que ocurre entre los versículos del 3 al 5, aquí vemos presentado el porque depositamos la confianza en la justicia del Padre. Vemos primeramente una integridad ante Dios, sabiendo que David escribió este Salmo cuando era perseguido por Saúl, un enemigo implacable, pero Dios lo levanto en justicia, por ello puede argumentar esta reflexión, es como cuando hay algo que siempre nos acecha pero que no hay un motivo para perseguir a lo que nos acecha sino que intentamos librarnos porque no somos nosotros contra eso, sino eso contra nosotros, Dios nos levanta en sabiduría y justicia.

Por tanto lo que primero que debemos mostrar es nuestra integridad delante de Dios, si hemos dado mal pago al que estaba en paz con nosotros, pues que siga acechándome, esa es la actitud ante Dios. El poder decir Señor si algo yo he hecho en contra de tal persona sin que esta me haya dado un motivo, aquí tienes mi vida, haz con ella lo que desees.

Pero para ello debemos tener una conciencia limpia para poder presentarnos ante el Señor y rogarle con nos libre, ya que si no hemos hecho nada malo ante los ojos de Dios podemos preguntar sin miedo el porque de lo que nos esta pasando.

Encontramos una segunda cuestión dentro de todo este argumento y es la humildad, la humildad la vemos reflejada cuando ante la demanda de justicia sobre nuestras vidas, en este caso en la vida de David, no se presenta ninguna argumentación de justificarnos, lo que se le cuenta, lo que se le presenta a Dios son las circunstancias que nos rodean, la relación que mantenemos con el Señor puede hacer que nos lo permitamos, que podamos decirle : actúa oh Señor, y dejar que Dios se muestre ante nuestra súplica tal como es y como sabe hacer.

En el versículo 5, se muestra la conciencia del salmista, del creyente que se tiene ante el Señor, ante Dios, el

se presenta de una forma clara y firme, desnudando su corazón, y es que no tiene otra opción que ganarlo o perderlo todo, cuantas veces nos presentamos nosotros así herman@s , hay que ser una persona consciente ante el Creador, no se puede hacer el camino con Dios y la otra parte con el diablo, es verdad que como el salmista, todos tenemos muchas faltas, altibajos, pero Dios como Padre esta por encima de nuestros errores ya que El se deleita ante la sinceridad y la honestidad en la cual nos presentamos ante esas circunstancias, cuando nuestro corazón habla verdad la justicia y el honor que pertenece a Dios es el tesoro mas preciado para la vida de cualquier creyente.

3 EXPERIMENTANDO LA JUSTICIA DE DIOS.

Veamos ahora los versículos del 5, 8, 9,11

 5Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; Huelle en tierra mi vida, Y mi honra

ponga en el polvo.

Te rodeará congregación

8 de pueblos, Y sobre ella vuélvete a sentar en alto. Jehová

juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi jus-

9 ticia, Y conforme a mi integridad. Fenezca ahora la maldad

de los inicuos, mas establece tú al justo;

Mi escudo está en Dios, Que salva a los rectos de corazón

La primera conclusión que podemos sacar es que debemos tener confianza en la justicia de Dios, todas nuestras vivencias, problemas, tribulaciones, ansiedades, enfermedades por las cuales podemos pasar, deben ser afirmadas en la justicia que demandamos.

Hagamos un poco de memoria y recordemos lo que quiere decir la palabra escudo, el escudo para un soldado era su protección, por tanto nuestro escudo, nuestra protección es Dios, y por otra pare en los versículos 14-16 nos dice que es lo que le espera al impío

Y ha labrado

14 saetas ardientes. He aquí, el impío concibió maldad, Se preñó

15 de iniquidad, Y dio a luz engaño. Pozo ha cavado, y lo ha

16 ahondado; Y en el hoyo que hizo caerá. Su iniquidad volverá

sobre su cabeza, Y su agravio caerá sobre su propia coronilla

Podríamos decirlo de otra manera: yo ya no tengo nada que hacer, el que siembra maldad, maldad recogerá.

Alabaré a Jehová conforme a su justicia, Y cantaré al nombre

de Jehová el Altísimo.

En este versículo 17 nos encontramos ante la exhortación de que podemos gozarnos en la justicia Divina, y si no recordemos cuando Pablo estaba encarcelado, dice la Palabra que cantaba alabanzas aún estando

entre rejas y en esas circunstancias, pero no hay que dejar que esas circunstancias acaparen devoren nuestra fe y nuestras ganas de alabar al Cielo, porque entre todo ese desasosiego encontraremos la justicia de Dios, de Nuestro Señor.

Ya para ir terminando, reflexionemos como siempre bien las Escrituras, las porciones que tomamos para estudiar o para leer, y en este caso, en este Salmo, David nos dice que la justicia de Dios, del Omnipotente no nos va a defraudar, aunque tengamos a un Saúl corriendo tras de nosotros, porque si creemos en ello encontraremos la estabilidad que tanto anhelamos en ocasiones, encontraremos que vamos a ir adquiriendo un dominio propio y una responsabilidad ante las cosas, herman@ si hoy te quedas simplemente en que podemos confiar en la justicia Divina y que Dios nunca te abandona, bendito sea el Señor.