Débora fue una mujer que llegó a ser una jueza en Israel.
Era muy conocida por su sabiduría y sus piadosos consejos. Pero Débora llegó a
ser más que una consejera, ella dirigió a los israelitas a una victoria en la
batalla contra sus enemigos.
Débora vivió durante una época muy difícil en la historia de
Israel, después de la muerte de Josué y antes de que Israel tuviera su primer
rey. Josué era el líder escogido por Dios después de la muerte de Moisés para
guiar a los israelitas a la Tierra Prometida. Sin embargo allí desarrollaron
un triste patón de conducta: rebelión contra Dios, derrota a manos de sus
enemigos y clamor de arrepentimiento a Dios. Como respuesta a sus clamores,
Dios levantaría un juez, para que les dé victoria contra sus enemigos. Después
de un período de paz y prosperidad el ciclo se repetía: rebelión, derrota,
arrepentimiento, liberación y paz.
Es importante entender lo que dice la Biblia respecto a
jueces, para poder apreciar más a fondo las lecciones que se pueden aprender de
Débora, veamos lo que dice Jueces 2:16 y 2:18, Débora fue la quinta juez de los
israelitas. La gente sabía que Dios la designó y la bendijo. Ella tenía gran fe
en Dios y creía que Dios rescataría a su pueblo si lo honraba,
La historia de Débora se encuentra en los cap. 4 y 5 del
libro de Jueces, nuevamente el pueblo de Israel se había rebelado contra el
Señor y por eso sufrieron veinte años de opresión bao el gobierno de su
enemigo, las Escrituras nos da muy poca información de Débora, Jueces 4:4
revela la única información personal que tenemos de ella, que estaba casada con
Lapidot, que era profetisa y que gobernaba en aquel tiempo a Israel.
Al leer a Jueces 4:5-9,13,16 tengamos en mente que Débora
era juez, esposa y profetisa, que revelaba a los hombres la voluntad de Dios.
La historia concluye con el asesinato de Sísara a manos de una mujer llamada
Jael. Dios le dio una gran victoria a su pueblo. Todo lo que profetizo Débora
se cumplió, por lo cual sabemos que era una verdadera profetisa de Dios. Una
prueba de que un profeta o una profetisa era de Dios, era que se cumplieran
todo lo profetizado.
Hoy en día muchas personas que dicen ser profetas de Dios. La Palabra de Dios nos da
ciertas pautas para que podamos saber quien es un verdadero profeta y quién no
lo es. En Deuteronomio, Dios dio muchas de las leyes que su pueblo había de
seguir cuando entraran a la tierra Prometida, Deum. 18:21-22 nos dice algo
sobre las profecías y el mismo libro en 13: 1-3 da otra pauta, de que aún si se
cumplen las predicciones de un profeta pero este trata de alejar al pueblo de
Dios de las Escrituras no es un verdadero profeta.
Cualquiera que diga que es un profeta de Dios debe
comprobarlo por el infalible cumplimiento de sus profecías. Aún así, se deben
examinar el resto de sus enseñanzas. Si sus profecías no se cumplen, o si
intenta alejar al pueblo de su Dios, Dios advierte que dicha persona no es un
verdadero profeta.
Débora respondió a la victoria que Dios les dio cantando un
hermoso dúo con Barac. En Jueces 5, encontramos que le dieron toda la alabanza
al Señor porque Él salvó a Israel. Aún después de esa victoria Débora
permaneció fiel a Dios, ella no se enorgulleció sino que continuó guiando a los
hijos de Israel de acuerdo con las leyes de Dios, ella aceptó el papel que Dios
le dio y su don de liderazgo, ella era juez escogida por Dios y después de la
tremenda victoria, continuó cumpliendo sus responsabilidades. A veces cuando
Dios nos permite usar nuestros dones para hacer una tarea para Él, nos
engreímos con nuestras habilidades o pensamos “ yo ya he hecho mi parte, ahora
que obren los demás “, ninguna de estas actitudes es la correcta, debemos
continuar utilizando los dones que Dios nos ha dado. Veamos que Débora sabía
que Dios le daría la victoria, así que confió en que Él lo haría. Al hacerlo,
pudo declarar la victoria con confianza. Del mismo modo, nosotros debemos leer
las promesas de Dios en su Palabra y
luego reclamar la victoria sobre el enemigo de nuestras vidas.
La batalla de Débora era contra enemigos humanos, hoy los
creyentes en Cristo peleamos en una batalla espiritual contra el orgullo,
pensamientos lujuriosos y otros pecados ¿Hay alguna área en nuestra vida
espiritual donde necesitamos reclamar la victoria, como lo hicieron Débora y
Barac contra los enemigos de Israel? La palabra de Dios dice cómo podemos tener
una vida victoriosa sobre el pecado. Tenemos que reclamar las promesas de Dios
y cómo lo hacemos:
1. Conociendo las promesas de Dios, debemos leer su Palabra,
sino conocemos sus promesas cómo podemos reclamarlas.
2. Creyendo que Dios hará lo que ha prometido.
3. Dándole gracias a Dios por sus promesas al hablar con Él
en oración. Dios promete la victoria para que podamos contar con Él y darle las
gracias por adelantado, es la solución a los problemas en nuestras vidas, Dios
es nuestro libertador.
Sal18:2-3 Señor, roca
mía y castillo mío, y mi libertador, Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré,
mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugió. Invocaré al Señor,
quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.
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